Prentsa Aretoa
2018/06/27
La primera y mayor responsabilidad de un alcalde y su equipo de gobierno debe ser que el Ayuntamiento funcione correctamente
Tras darse a conocer en los medios de comunicación el informe del área de intervención que ha detectado anomalías en contratos del Ayuntamiento en 2017 por valor de más de 1,3 millones, que subraya la “falta de rigor y transparencia” por parte del gobierno municipal de Zalla, y que destaca la “necesidad manifiesta de un mayor control” en los expedientes de contratación, es triste ver cómo el alcalde y el equipo de gobierno de ZallaBai siguen echando “balones fuera”.
Como si ellos no tuvieran nada que ver en la gestión del Ayuntamiento, siguen negándose a asumir cualquier responsabilidad en su acción de gobierno; incluso, para mayor desvergüenza, ponen a los/as técnicos/as municipales en el ojo del huracán, cuando son ellos los únicos responsables de dirigir el municipio y la administración municipal. Así lo señala la Ley 7/1985 de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, en su artículo 21.
Ellos, sin embargo, prefieren apostar por el victimismo y la demagogia. Hablan de manipular, pero, por si acaso, a día de hoy ni han publicado el informe en la web municipal ni han accedido, tal y como se lo hemos pedido en EAJ-PNV, a que un agente externo audite las cuentas de 2017. Hablan del Tribunal de Cuentas del País Vasco y de las cuentas de 2016, pero no hablan de las cuentas a las que se refiere el informe. Un informe, por cierto, que el área de intervención presentó en marzo, pero que sigue sin hacerse público; esto impide a la ciudadanía comprobar la realidad y la verdad de todo este asunto. Hablan, escriben y comentan, pero ¿no sería más fácil publicar el informe y que sean los/las vecinas de Zalla quienes puedan juzgar los hechos?
Nos duele profundamente que ZallaBai señale como culpables de este caos a las personas que trabajan en el Ayuntamiento. Porque no es verdad. Muchas de ellas llevan años haciendo trabajos que no les corresponden, y todo porque el alcalde y su equipo de gobierno han sido incapaces de motivar y retener a las personas adecuadas. Pero, ojo; según ZallaBai, tampoco el alcalde y su equipo de gobierno tienen ninguna responsabilidad en la gestión de las personas que trabajan en el Ayuntamiento. En nuestra opinión, algo no se está haciendo bien cuando en los últimos tiempos se han marchado, además de varios arquitectos, varias secretarias e interventoras municipales; se trata de personas encargadas de velar por la legalidad de los actos y plenos municipales y del control presupuestario, entre otras muchas tareas clave que permiten dar estabilidad al funcionamiento interno del Consistorio y regular la acción política. Ante esto, nos preguntamos: si no tienen responsabilidad sobre la gestión de las finanzas municipales ni sobre las personas que trabajan en el Ayuntamiento, ¿a qué se dedican?, ¿qué otras cosas más importantes tienen que hacer?
La mayor responsabilidad de un alcalde y su equipo de gobierno debe ser dirigir la buena marcha del Ayuntamiento para que, gracias a ello, la ciudadanía pueda acceder y disfrutar de unos servicios públicos eficientes y de calidad. Y dirigir, como en cualquier otra organización, es algo más que culpar a otros de tus errores u omisiones. Debe ser liderar. Ponerse en el lugar del otro, motivar, empatizar, escuchar… Como destaca Santiago Álvarez de Mon, profesor del IESE y uno de los grandes expertos en Dirección de Personas en las Organizaciones, distinguir a “un buen jefe de uno malo” no es nada complicado: "mientras que el bueno maneja bien el arte de la comunicación, tiene capacidad de escuchar y reclama la opinión de sus empleados, el malo contamina el ambiente laboral, suele echar broncas públicas, realizar comentarios hirientes a sus subordinados y atacar su autoestima".
Nabarmenak...
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