Sala de Prensa
05/03/2016
Felipa Marina Urrutia, ejemplo de mujer comprometida y abertzale
En la sociedad actual existe la tendencia a buscar héroes lejanos que lucir en posters y camisetas. Los iconos de mayo del 68 todavía perviven entre nosotros. En EAJ-PNV no necesitamos salir fuera en busca de héroes: Los tenemos bien cerca, en casa, en nuestras familias, también en Zalla. Con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, desde EAJ-PNV de Zalla queremos reivindicar la figura de Felipa Marina Urrutia, primera secretaria de Emakume Abertzale Batza en Zalla y junto a ella a todas las mujeres luchadoras y trabajadoras que son ejemplo de entrega y dignidad y que en condiciones durísimas tuvieron que hacer frente primero a la Guerra y posteriormente al periodo oscuro de la posguerra y el exilio.
Emakume Abertzale Batza se funda en 1922 como agrupación de mujeres abertzales siguiendo el ejemplo del grupo análogo irlandés Cumann na mBan y tuvo un papel determinante en la expansión del ideario abertzale. La Guerra Civil cortó su trayectoria pero algunos núcleos siguieron activos en el exilio.
Aunque EAB había sido creada en 1922, su verdadera eclosión se dio a partir de ese año, con el advenimiento de la II República. En dicho periodo, en un contexto de creciente participación y de militancia femenina en las actividades políticas, culturales y en el conjunto de la escena pública, las mujeres abertzales pusieron en pie una organización dinámica y en constante crecimiento hasta llegar la fractura de 1936.
El historiador Josu Chueca hace en éste artículo una amena y pormenorizada descripción de las actividades de las emakumes de EAB tanto en el periodo de la II República y como en la oscuridad de la posguerra.
El pueblo de Zalla no fue ajeno a la eclosión abertzale de la II República y es en 1932 cuando se inaugura su batzoki. En éste mismo contexto se creó la agrupación local de Emakume Abertzale Batza en Zalla, siendo Felipa Marina Urrutia su primera -y última- secretaria.
Decimos última ya que el avance de las tropas fascistas y su llegada a Zalla puso a Felipa -así como a muchos de sus convecinos- en el listado de objetivos prioritarios a perseguir, capturar y fusilar. Y todo ello previa denuncia del sacerdote de La Herrera, Don Marcos.
Antes de huir Felipa tuvo tiempo de esconder cuatro de los cuadros abertzales que decoraban las paredes del batzoki en 1937.
Dichos cuadros estuvieron escondidos a buen recaudo por una familia abertzale de Zalla que los tuvo ocultos durante toda la dictadura hasta que en 1978 con la reapertura del batzoki los devolvieron a EAJ-PNV de Zalla.
Uno de ellos, una impresión de un clásico Zazpiak Bat, decora todavía en 2016 la sala de juntas del batzoki. Pulsa sobre el mismo para verlo a tamaño más grande:
Tras conseguir huir y un paso previo por suelo francés, junto a una numeroso grupo de vascos exiliados se refugiará en Bruselas.
Es aquí donde como podemos comprobar en el siguiente certificado, es dada de alta en el censo de extranjeros en septiembre de 1939. Las diferencias con la actual crisis de refugiados en Europa son palmarias.
Si el exilio es doloroso, todavía lo es más en las circunstancias de una invasión del país anfitrión por una potencia ocupante. En mayo de 1940 Bélgica es invadida y ello traerá una grave preocupación añadida al exilio vasco.
La ocupación de Bélgica por la Alemania nazi supondrá la movilización de todos los recursos del país ocupado en beneficio del esfuerzo de guerra alemán. Ello traerá consigo la instauración del racionamiento de los alimentos para la población civil y la obligatoriedad del uso de las cartillas de racionamiento, documento necesario e imprescindible para proveerse de alimentos.
El exilio vasco en Bruselas no fue ajeno a ésta obligatoriedad como bien demuestra la cartilla de racionamiento de Felipa. Pulsa sobre la imagen para verla a mayor tamaño.
Exiliada en un país extranjero, ciudadana de un país aliado de la Alemania nazi, -pero para el cual es una separatista peligrosa- y con la libertad de movimientos limitada, no tardará en caer enferma.
No sabemos con certeza cual fue la causa de su enfermedad pero sí que tuvo que ser grave y la que al final provocó su fallecimiento en 1943.
En la tarjeta que amablemente nos ha cedido la familia de Felipa, podemos leer un aviso de últimas voluntades para quien tuviera contacto con el portador de dicha nota.
En francés podemos leer lo siguiente:
"Declaro pertenecer a la Religión Católica Romana.
En caso de accidente grave o traslado a un hospital, reclamo la presencia de un Padre Católico.
Si muriera solicito las oraciones de la Iglesia Católica.
Es mi voluntad formal y exijo su ejecución"
¿Felipa se veía a sí misma en una situación tan delicada como para llevar consigo ésta declaración de últimas voluntades? o ¿era habitual en el contexto de la II Guerra Mundial portar un documento de éste tipo? No lo sabemos.
Lo que sí sabemos es que en 1943 Felipa pudo desplazarse de vuelta a Euskadi -las circunstancias las desconocemos- y si su intención era instalarse en Zalla, una segunda denuncia del cura Don Marcos de La Herrera, lo imposibilitó.
Es por ello que hubo de buscar refugio en Barakaldo en casa de una hermana suya, donde murió en 1943 a la edad de 38 años.
Vaya por medio de éste post, nuestro sentido homenaje a Felipa, y como no podía ser de otra forma, a todas y cada una de las mujeres que llevando a cabo una labor callada y en ocasiones peligrosa supieron mantener vivos los valores de la entrega, el sacrificio y la solidaridad en unos tiempos muy difíciles.
A su vez, desde EAJ-PNV de Zalla quisiéramos trasladar nuestro agradecimiento a la familia de Felipa Marina Urrutia por la documentación aportada así como por la predisposición mostrada para compartir con todos nosotros unos hechos dolorosos pero cruciales para entender la ya larga trayectoria de EAJ-PNV en la sociedad de Zalla.
KATEA EZ DA ETEN!!
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